Es el caso en particular que, desde años atrás a la fecha, se siguen suscitando actos violentos en el estado de Michoacán, producto del quebrantamiento que heredó el gobierno de Silvano Aureoles. No es ajeno pensar que luego de que Silvano no pudo mantener la gubernatura para su partido, soltó el estado a los grupos delincuenciales.
Dado lo anterior, se destaca que entraron en estos días a los lugares controlados por la criminalidad, la coordinación de Seguridad Pública, Ejército y Guardia Nacional.
La pretensión es recuperar el denominado tejido social y volver la paz en el estado de Michoacán.
La labor de que crezca el estado no es sencilla, pues el problema del covid, la pérdida de empleo, aunado a los delincuentes que proliferan, ponen en aprietos el arranque de este nuevo gobierno de la 4T.
Alfredo Ramírez Bedolla y todo su equipo deben dar una sacudida a las herencias negativas que hay, para sentar las bases de una transformación.
Poner énfasis en temas como derechos humanos, atención a víctimas, Fiscalía de Justicia, Sistema Anticorrupción y, la cereza del pastel, Gobierno Digital, que aún no está al cien su ejecución.
Apresurar el paso es lo que debe hacer la actual administración de Michoacán y valerse para bien de aliados como son el mismo AMLO, Lázaro Cárdenas Batel, Leonel Godoy Rangel, para avanzar antes de 2024, que se vislumbra lejano, pero que muchos se frotan las manos por lo que viene.
Mención especial merece que se debe privilegiar el trato y cuidado a los medios de comunicación, pues son parte del fortalecimiento de un sistema democrático.
Hombres y mujeres que arman el cuerpo del gobierno estatal actual, deben saber que son evaluables y que nadie es indispensable.
La búsqueda de espacios públicos no es ajena de fuego cruzado. Por ello, el gobernador debe parar bien sus sentidos y olfato político, pues no debe darse el lujo de perder el impulso político y ciudadano que tiene, que le llevó a ser titular del Ejecutivo estatal.
Finalmente, hay que caminar en conjunto con todos los sectores, es un gobierno de todos y no solo de la 4T. El gobernador Alfredo Ramírez y Carlos Torres Piña, secretario de Gobierno, son jóvenes y eso les debe dar el doble de energía para hacer historia propositiva.
Michoacán y los ciudadanos lo merecemos.
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