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José Cruz Delgado

Para nadie es un secreto que en las pasadas elecciones estatales, el activismo de los grupos fácticos fue tan evidente en favor de los candidatos de Morena que se llevaron “carro completo” con las gubernaturas.

En Michoacán no fue la excepción, pues fue claro la ingerencia de la delincuencia, pues hubo municipios en donde la alianza opositora no obtuvo votos. En algunos municipios fueron plagiadas las urnas y después las regresaban adulteradas con votos en favor de Morena y aliados y advertían a representantes de casillas que cerraran el pico.

Hubo muchas especulaciones de que Alfredo Ramírez Bedolla, ganó gracias al apoyo de los grupos fácticos, pues se registraron muchas irregularidades en la elección para gobernador, por eso hay dudas de que Ramírez Bedolla haya ganado limpiamente, y en su momento fueron denunciadas tales irregularidades por la coalición Va por Michoacán y por el propio ex gobernador Silvano Aureoles Conejo, quien por cierto nunca fue recibido por la chachalaca tabasqueña que hoy se ostenta cómo un Emperador.

Para analistas, en su momento advirtieron que Michoacán se convertiría en un narco-estado donde predominará la corrupción, además tendría que pagar el favor a la delincuencia, de ahí que se tenga un negro panorama para el estado y los michoacanos en materia de seguridad.
Después de la elección, la chachalaca tropical tuvo el cinismo de agradecer a los malos el haberse portado bien.

Hasta el espejo le ha de tener miedo a su excelencia porque dependiendo del humor con que amanezca trata a los demás, principalmente a los presuntos opositores que, en su esquizofrenia ve por todos lados pensando que lo quieren tirar del poder todos los días, cuando en realidad se trata de un sujeto que busca a como dé lugar justificar sus criminales deficiencias intelectuales y administrativas, así como su afán de revancha contra intelectuales, estudiosos, periodistas, clasemedieros y de todos aquéllos que según él, no le dejaron tener la presidencia desde muchos años atrás, dime el amigo Miguel A. Rocha.

Este Emperadorcillo ve enemigos imaginarios por todas partes, no hay día que no se victimice y ponga su cara de tonto para que las y los mexicanos le creamos sus falsedades.

Lo mismo sucede con el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, y su partido Morena, ven enemigos por doquier, pero no ven los muertos que les están dejando.

Pobre gobernador, ha de andar muy agüitado porque se le cayó el circo con eso del Rancho Las Joyitas, quiso quedar bien con la chachalaca tabasqueña y quedó como un tonto, creyó dar un golpe espectacular e hizo el ridículo, su estupidez le ayudó políticamente a Silvano Aureoles en sus aspiraciones políticas al quedar ante la sociedad como una víctima del morenismo y un perseguido político del sistema.