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Actualmente en empresas de México y Latinoamérica, en términos de tecnología, se han esparcido nuevas soluciones que les permite incrementar su alcance. Anteriormente, aproximadamente hace 12 años, el cliente del sector financiero era escéptico para acceder a los productos que se ofrecían por diferentes razones, la principal era que los servicios eran ajenos a internet. Pero ahora, por ejemplo, es difícil imaginar hacer una transacción bancaria sin una aplicación telefónica. El beneficio digital es claro: eficiencia y cobertura en el mercado.
El panorama crediticio
En la coyuntura global, en donde los mercados podrían, y están presentando fluctuaciones, se prevé un año de turbulencias para los negocios. En el sector crediticio, el papel de las tasas de interés se volverá el actor principal, ya que al ser presionadas para incrementarse y controlar la inflación que acecha, para los acreedores podría volverse ‘caro’, si la empresa prestadora no implementa que acciones que mejoren la experiencia del cliente.
En los últimos dos años, las entidades financieras digitales han ofertado mejores créditos, gracias a la tecnología que les permite dar mayores beneficios a un menor costo. Lo que resta de 2022 apunta en esta línea: usuarios que busquen créditos que no impacten de manera negativa en sus finanzas a largo plazo.
Tendencias para 2022
● Análisis de la información para los ecosistemas
Los ecosistemas existentes como, por ejemplo, una tienda departamental o supermercado, que necesitan posicionar sus diferentes tipos de crédito necesitan capacidad analítica y crediticia para crear productos a la media y adaptadas a las necesidades de los usuarios. Gracias a la tecnología, se realiza esta personalización que, entrega diferenciales que hacen sentido al ciclo del negocio.
● Pymes más informadas
Las empresas dentro de esta categoría aportan 42% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan 78% del empleo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); volviéndolas un jugador relevante que cada día conoce más su papel, por lo que se han vuelto más informadas y demandantes, buscando ofertas variadas con diferentes soluciones.
Además, buscan constantemente mejorar cómo manejan sus créditos para que realmente funjan como una herramienta que potencialice su negocio y los ayude a hacer frente a la situación global actual.
● Sistemas a la medida: open banking
Este sistema, el cual lleva varios años consolidándose, donde las instituciones ya no son los dueños de la data, sino los usuarios; es un concepto que en Latinoamérica es reciente y continúa construyéndose. Este permite que los clientes compartan los datos que quieren o requieren, para ajustarlos a sus necesidades.
En algunos casos, dependiendo de las regulaciones de cada país, las entidades comparten la información con terceros para automatizar los procesos internos.
● Democratización de los créditos
Aunque suena como un cliché, la educación financiera es un reto. Hay quienes no acceden a servicios financieros porque no saben cómo construir una relación que los beneficie. Saber cómo manejar créditos, en qué momento usar una tarjeta de crédito o en qué condiciones qué tipo de crédito es mejor para sus necesidades; es clave para un buen manejo de productos financieros, y en el largo plazo no ‘sufrirlos’.
Todos deberían tener derecho a la educación financiera, que resulta clave para abrir muchas oportunidades.
¿Qué camino seguir en México y América Latina?
El sector financiero necesita regularse de acuerdo con los avances tecnológicos que surgen, porque se involucra información sensible. Si bien, distintos países han ajustado sus regulaciones, todavía falta más por desarrollar e impulsar. Las reglas deben ser claras y pensadas en el usuario final para que cada vez se integren a la economía formal.
Aún quedan caminos por trazar y avanzar para democratizar los créditos en Latinoamérica creando incentivos para alcanzar más mercados y otorgar liquidez tanto a consumidores, pymes y microempresarios que buscan expandirse. Y para avanzar, creemos desde Tangelo que la suma de voluntades, tanto de iniciativa pública como privada, nos harán seguir avanzando en este camino.