En México la prevalencia de talla baja se encuentra entre el 10 y 14 por ciento de la población1. Esta condición puede afectar a los niños desde su nacimiento, una de las causas hormonales más frecuentes es la deficiencia de hormona de crecimiento, sustancia que se produce en la glándula pituitaria (hipofisis), crucial para el adecuado crecimiento y desarrollo durante toda la infancia.
Otra de las causas de alta prevalencia en los últimos años, es el pequeño para edad gestacional no recuperado, aquel niño que tuvo un peso y/o talla menor a la esperada para las semanas de gestación, la cual condiciona una falta de acción a la hormona de crecimiento, en donde 1 de cada 10 niños con esta situación queden con talla baja. Es importante mencionar una causa genética frecuente de talla baja en las niñas es el síndrome de Turner, una prevalencia 1:2500 niñas recién nacidas vivas que además de cursar con talla baja por falta de acción a la hormona de crecimiento, cursan con alteraciones en el desarrollo de la pubertad y vida reproductiva.
Por otro lado, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el 2025 habrá alrededor de 127 millones de niños menores de 5 años con talla baja2, lo que representa un problema significativo en su desarrollo y en la calidad de vida, afectando no solo la estatura final adulta sino hasta una repercusión metabólica con riesgo de desarrollar diabetes, y/o afección cardiovascular en la vida adulta.
Angélica Martínez, integrante de la Sociedad Mexicana de Pediatría, hizo un llamado a los padres para que este año regalen a sus hijos un crecimiento saludable, acudiendo de manera oportuna con su pediatra quien será el encargado de realizar los estudios pertinentes y, en su caso, recomendar la atención por parte de un especialista en endocrinología pediátrica.
“La hormona de crecimiento no solo ayuda a los niños a mejorar la estatura, también favorece al fortalecimiento de músculos y la estructura ósea, distribución de grasa corporal, así como el control en los niveles de glucosa y lípidos en el torrente sanguíneo”, detalló la también directora médica de Gulliver Clinica de Crecimiento.
Es importante estar atentos a cualquier síntoma que los niños pueden presentar como resultado de la falta de hormona de crecimiento, tales como disminución de la velocidad de crecimiento (ritmo con el que crece un niño en un determinado tiempo), parecer mucho más pequeño que otros niños de la misma edad, tener un tono de voz aguda, el cabello muy fino, que los dientes salgan más tarde de lo normal o una pubertad de aparición tardía.
En este sentido, Martínez Ramos Méndez, especialista en endocrinología pediátrica resaltó que, “ante cualquiera de estas señales, se debe acudir al médico para que mediante algunas pruebas como análisis de sangre, edad ósea (radiografía de mano), prueba de estimulación de la hormona del crecimiento y/o resonancia magnética cerebral, se pueda detectar el déficit de esta hormona y llevar un tratamiento oportuno”.
La falta de producción o bien la falta de acción de esta hormona en otras etapas de la vida tendrá un impacto significativo en nuestro cuerpo. Por ejemplo, en el adulto es importante su presencia para el metabolismo de lípidos y carbohidratos; así mismo, cumple funciones vitales en la función cardiovascular y juega un papel preponderante en el equilibrio energético del organismo.
“Afortunadamente existen tratamientos sustitutivos como la somatotropina u hormona del crecimiento recombinante, la cual ayuda a los niños y adolescentes a crecer a un ritmo normal y alcanzar una estatura adulta saludable determinada genéticamente por sus padres”, enfatizó la especialista.
Al respecto, Francisco Valdez, Gerente Médico del área de Endocrinología en Merck México, explicó que la compañía líder en ciencia y tecnología mantiene un fuerte compromiso con los pacientes para descubrir, desarrollar e innovar en los tratamientos que permiten el sano crecimiento de los niños, por lo que a diario realizan esfuerzos para ofrecer soluciones que permitan a sus padres mantener su salud en óptimo estado.
Finalmente, es importante conocer los síntomas que presenta la deficiencia de hormona de crecimiento, para lograr un diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado que ayude a los niños con este trastorno a crecer a un ritmo adecuado y, de esta forma, alcanzar una adultez saludable.