Uno de los principales problemas sociales que detectamos desde la psicología son los prejuicios que acompañan a los seres humanos, porque se afianzan en los pensamientos y pueden traer consecuencias negativas cuando no se cuestionan ya que a partir de los prejuicios, se emiten juicios de valor comúnmente erróneos.
En el caso de la atención a la niñez y la juventud LGBTIQ+ se pueden prevenir prejuicios desde la ciencia psicológica. Consideramos necesario que desde la psicología se profundicen acciones y pláticas de sensibilización para enseñarle a todas y a todos a promover la no discriminación y exigir derechos de igualdad.
En el marco del Conversatorio “Prevención y atención a la violencia contra la niñez y juventud LGBTI+” de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) y la Embajada de Francia en México, en el que participaron profesionales de la salud mental de la Asociación Mexicana de Psicología y Desarrollo Comunitario, se coincidió en que las expresiones artísticas con un componente de psicología son liberadoras, ya que representan un lugar seguro a pesar de toda la discriminación por parte de familias cerradas, o de autoridades que no garantizan el derecho a la salud mental de todas y todos.
Este 28 de junio se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, hecho que nos hace reflexionar sobre la importancia de deshacernos de prejuicios y ofrecer atención a la población infantil, desde la perspectiva de la diversidad.
La prevención de la discriminación y la violencia en los espacios de educación, debe partir de encontrar autoridades de gobierno capaces de promover políticas públicas positivas y crear un espacio libre, seguro y colectivo para la niñez.
Muestra de los prejuicios que hemos heredado a la población infantil es que de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación del INEGI, el 44.4 por ciento de la niñez mexicana está de acuerdo con que jugar con muñecas es un entretenimiento exclusivo para las niñas; el 11 por ciento de la población entre 9 y 11 años de edad dijeron haber sido discriminados por sus compañeros de escuela, debido a su sexo.
Tal indicador incrementa en el caso de las niñas, con un 12.2 por ciento, en tanto que el porcentaje para los niños fue del 10.1 por ciento.
Por ello, consideramos que es fundamental exigir que toda persona (incluyendo a los niños y jóvenes) tengan los mismos derechos de igualdad y salud mental; es necesario difundir que la identidad de género es una condición humana, un derecho desde la familia y hoy en día se necesita cambiar las normas, las preconcepciones y leyes, a fin de promover el derecho a la igualdad de las comunidades y a la vez cambiar los mitos de la sociedad sobre la comunidad LGBTIQ+, los cuales han llegado a lastimar a los niños y/jóvenes en su salud mental y en su desarrollo comunitario.