Vientos de libertad y rebeldía dejan comicios en Hidalgo y Coahuila
Jorge Hidalgo Lugo
Ni en su peor pesadilla concibió que le iban a vulnerar el ego y mancillar la aureola de imbatible que se autoimpuso luego del arrollador triunfo obtenido con la siniestra complicidad de Enrique Peña Nieto, para llegar al poder largamente ambicionado desde la acera disidente, incendiaria y caudillista.
La humillación y burla se le revierte y ahora los “moralmente derrotados” le dieron palo en Hidalgo y Coahuila, sin que tuviera posibilidad alguna de reaccionar.
La ambición tiránica de Andrés Manuel López Obrador ha sido vulnerada y eso sin duda, lo hará aún más peligroso en los embates a ejecutar de aquí a los comicios del 2021, con tal de ser o estar como protagonista en esa jornada comicial donde se pondrá en juego, como nunca y fuera de cualquier lugar común o frase hecha, el futuro de México como país libre y democrático.
Por eso, la derrota de Morena más que el triunfo de los “moralmente derrotados”, debe ser vista con mesura por los liderazgos políticos que subsisten en las diversas entidades y municipios donde habrá comicios el año próximo.
Los que protagonizan esta paliza y dejaron maltrecho el ego, mancillado el orgullo herido de López Obrador, les debe quedar claro que en la reacción furibunda y pataleo berrinchudo, el autócrata no medirá pelo ni tamaño. Como suele decirse en los pasillos de Palacio Nacional no buscará quién la hizo sino quién la pague y ésta no será la excepción.
Intimidación, hostigamiento, amenazas veladas, persecución policíaca y política, todo lo que esté a su alcance con tal de satisfacer su sed de venganza.
López Obrador es una fiera herida que actuará de acuerdo a su naturaleza belicosa, represiva y sin espacio a la serenidad o buen juicio.
Ante ello los ganadores en Hidalgo y Coahuila ya están en la lista negra del tirano y uno a uno serán llamados a cuentas, mientras no exista la oposición inteligente que entienda y sepa dar continuidad a lo acontecido en esas dos entidades.
Esto es que como nunca, el mensaje en las urnas lejos de llenarlos de telarañas triunfalistas obliga a ser mesurados y más inteligentes que el opresor.
Creer que “están de regreso” con miras al 2021 por sí solos, como fuerzas aisladas y trabajar en esa estreches de miras, es tanto como ponerse un balazo en la sien.
La lección recibida por igual alerta ya a Morena y sus trapacerías para afinar detalles y echar a andar el andamiaje con el respaldo que tienen con los miles de millones de pesos que López Obrador pondrá en sus manos para literalmente, robar la elección a favor de su proyecto y planchar la dictadura perfecta que confecciona un día sí y otro también en su soledad palaciega.
Por un lado entonces, los “moralmente derrotados” tienen en la mesa un primer e incuestionable logro que significa ver en los hechos cómo Morena no es imbatible y que con unidad, determinación y sobre todo inteligencia política, se le puede derrotar.
Esta percepción real e irrebatible debe permear en el imaginario de esa inmensa cantidad de mexicanos inconformes, molestos e indignados por el trato que les ha prodigado López Obrador, quien se mantiene resuelto a seguir generando rechazos y polarización social, lo que ha comenzado a revertirse en su contra.
Morena es vulnerable y con un buen entrenamiento previo al combate, los “moralmente derrotados” deben cooptar a esos millones de votos que con su actitud despreciativa y arrogante, ha generado el autócrata.
Pero eso debe ir de la mano con la idea bien cimentada respecto a que lo acontecido a Morena en Hidalgo y Coahuila, le da margen a López Obrador para sacudir inercias negativas atribuibles a ese movimiento y dar golpes de timón severos, porque no está en su mente perder el control de la Cámara de Diputados federal y por ello, esa peligrosa reacción que se prevé.
El Partido Revolucionario Institucional, ese viejo reumático que se resiste a morir, ha retomado fuerza pero no le es suficiente como para encabezar por sí mismo el bloque opositor. Lo sabe su dirigencia nacional como los demás actores y liderazgos que están en la ruta de la alianza anti López Obrador.
Aunado a ello la enorme cantidad de mexicanos que están dispuestos a sumarse a favor de quienes les garanticen detener el avasallamiento que fragua desde Palacio Nacional, serán ingredientes que en los comicios por venir deben equilibrar la balanza.
Ahí está en las encuestas la gran cantidad de “indecisos” que no respaldan a Morena, así como la resistencia civil que ya salió a calles y plazas, que se muestra resuelta a no cejar en su empeño de dar la lucha contra la tiranía.
Con todo, existen más posibilidades para los “moralmente derrotados” sumar a favor de la alianza opositora, que el autócrata en extinguir los vientos de libertad y rebeldía que ya soplan por todo el país, como se demostró en Hidalgo y Coahuila.
La moneda está en el aire y de persistir en su cadena de yerros y caprichos de poder, López Obrador continuará cavando su propia tumba, cuya horadación podrá acelerarse de perder Donald Trump la elección de noviembre, como se vislumbra.
El cambio en la Casa Blanca dará un portazo en la frete a López Obrador que hasta ahora ha contado con la complicidad del impresentable republicano a cambio de mantener sojuzgado al que, quién lo diría, también engañó con su “antiyanquismo” que a la postre fue otro mito genial con que llegó al poder.
Vale…
fuente, https://portalhidalgo.mx/rueda-de-molino-26/?fbclid=IwAR16K6Fo9R_0IZS3y2pgtPhMpdB89EU5lps25RuBqUy5vK3ZB2tYxPItAF4