Arrancan los juegos del hambre patrocinados por López Obrador con la complicidad del órgano electoral
Jorge Hidalgo Lugo
Bajo el cinismo socarrón que lo hace alardear su “no me vengan con que la ley es la ley”, Andrés Manuel López Obrador dio formal arranque a los juegos del hambre que escenificarán cuatro de los suyos y dos añadidos, quienes poco o nulo respeto inspiran a los contendientes, menos al gran elector en que está convertido el opresor tabasqueño.
Y con su paso depredador donde las instituciones ya no sólo se fueron al diablo, sino las ha sometido a su capricho tiránico, en esta nueva violación a las leyes electoral, cuenta con el aval incondicional del INE cuyos nuevos integrantes están convertidos en una élite más de esos vividores de la nación que protege y patrocina desde Palacio Nacional
El camino que ha pavimentado desde hace meses, llega a su último trecho y con una libertad acotada para todos los participantes, dio los lineamientos a seguir, con lo que pretende engañar, otra vez a los mal gobernados, de ser un “demócrata” y que con él, como su gran mesías, llegaron todas las bendiciones al paraíso que presume a este México ensangrentado, como el enterrador del “dedazo”.
Lance que por supuesto un él mismo se cree, pero con el que navega tirando cortinas de humo a los grandes y graves problemas que sufren millones de mexicanos, hoy en abandono absoluto y a merced total de un autoritario que siente tener no sólo el poder de elegir a su sucesor, sino además mantener un Maximato muy semejante al que Plutarco Elías Calles buscó imponer con Lázaro Cárdenas del Río.
Quien es un mitómano consumado, cree que la fragilidad mental que acusan los limosneros del bienestar debe ser mal de todos y en eso también se equivoca.
Porque se le debe recordar que en el PRI dinosáurico, al que pertenece aunque hoy lo haya vestido de color guinda y cambiado de siglas a Morena, en vísperas de la elección del 88, el entonces pésimo presidente Miguel de la Madrid Hurtado, se sacó de la manga un ejercicio de simulación y tomadura de pelo a los participantes, con lo que se denominó la “farsarela presidencial” donde por igual tomaron parte miembros del gabinete y cercanos al entonces huésped de Los Pinos.
Para los de flaca y convenenciera memoria, sería bueno recordarles que en entonces el PRI lo presidía el chiapaneco Jorge de la Vega Domínguez, quien recibió la indicación de organizar la inédita pasarela pese a que todo estaba dispuesto para que el gran ungido por De la Madrid, fuera Carlos Salinas de Gortari, a quien por muchos años este aprendiz de esclavista que hoy juega por igual a la simulación y el engaño con sus huestes domesticadas y sumisas, calificó como “innombrable” o jefe de “la mafia del poder”.
En ese antecedente a los juegos del hambre que hoy puso a andar López Obrador, participaron el que fungía como procurador, Sergio García Ramírez; el secretario de Energía, Alfredo del Mazo (padre del traidor que entregó al Estado de México en bandeja de plata al déspota de Macuspana a cambio de impunidad); el titular de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz (incondicional y protegido por el cacique también); el regente capitalino, Ramón Aguirre y el secretario de Educación, Miguel González Avelar.
Y más reciente, otra farsa montada desde el moribundo tricolor la escenificaron por indicaciones del Enrique Peña Nieto, a través de Enrique Ochoa Reza, de los más grisáceos y poco inteligentes líderes que tuvo el PRI, cuyo perfil fue el ideal para consumar la entrega de la presidencia al mismísimo López Obrador.
Entonces se prestaron a la farsa mal montada, José Antonio Mead (quien sería el sacrificado de Peña Nieto a cambio de gozar de lo mal habido sin que lo persiguiera su sucesor), Miguel Ángel Osorio Chong, Aurelio Nuño y José Narro.
Así se demuestra que los juegos del hambre que tienen en la pista a Claudia Sheinbaum (la consentida del autócrata), Marcelo Ebrard Casaubón, Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal Ávila, y quienes se metieron por la puerta de atrás, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco Coello, del PT y Verde, respectivamente, cual viles menesterosos del poder, en busca de no dejar de seguir su lactancia otoñal pegados a las generosas e inagotables ubres presupuestales del obradorismo.
Y como en aquellas pasarelas, la que hoy sirve de distractor al absolutista tabasqueño, ya tiene un vencedor anticipado. Pese a que busca engañar como es su costumbre que será “el pueblo” quien lo decida, pero los dados cargados e instrucciones a los floreros que tiene como gerentes de Palacio Nacional cobrando como gobernadores, saben que no debe haber sorpresas y la cargada está con la hasta hoy pésima jefa de gobierno de la Ciudad de México.
Las filtraciones a columnistas y prensa militante, amén de uno que otro advenedizo que anda en busca de ser tomado en cuenta, multiplican como una sola voz, que en el arranque la de apellido extranjero lleva una delantera casi inalcanzable para el ex canciller, segundo y único en posibilidades de dar la pelea si la cancha estuviera pareja, si los dados no estuvieran previamente cargados desde los dominios del sátrapa.
Hoy este es único tema en la agenda nacional y sólo queda recordar a los de memoria frágil y prófugos del ácido fólico, que por una farsa semejante, la de Migue de la Madrid, se dio la rebelión que cimbró al que se consideraba invencible y todo poderoso partido de Estado, con el surgimiento de la Corriente Democratizadora encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y Oscar Pintado, quienes encabezaron a miles de priistas expulsados de la XII Asamblea Nacional por la turbamulta, dbajo la consiga de ser traidores al tricolor.
Por eso la orden tajante del déspota, conculcador de libertades, para que las corcholatas concursantes no se salgan de su control y por ello deberán:
-Respetar y aceptar los resultados del proceso, así como apoyar a la o el ganador.
-No deben tener ni intentar comunicación directa o por terceras personas.
-Se evitarán los debates públicos y polémicas, acciones de desprestigio, descalificación o agresión entre aspirantes. Sus seguidores deben cumplir estrictamente la misma regla.
-Evitarán los medios reaccionarios, conservadores, adversarios de la Cuarta Transformación y partidarios del viejo régimen.
Sí, el viejo régimen que tanto imita López Obrador.
La pregunta obligada es si Marcelo Ebrard se prestará a continuar hasta el final de esta farsa mal montada a sabiendas que para él y su futuro político, ésta es sin duda alguna la última llamada…
Vale…