La identidad digital es la representación electrónica de una persona y está conformada por toda la información que brindamos en páginas de internet, desde el correo electrónico, datos biométricos, preferencias personales, gustos, etc.
Según Trato, solución integral enfocada a facilitar el proceso de creación y gestión de contratos a través del uso de inteligencia artificial, Blockchain y Big Data, uno de los elementos más importantes para el óptimo uso de la identidad digital son los mecanismos de identificación.
La huella digital, la cara, incluso la forma de moverse pueden ser utilizadas para identificarse desde cualquier lugar del mundo. Esto es conocido como biometría, tecnología de identificación basada en el reconocimiento de una característica física e intransferible de las personas.
“Los sistemas de identificación biométrica se basan generalmente en la fisiología o el comportamiento del individuo al que pretenden identificar. Es decir, comparan algún factor anatómico o biológico como huellas digitales, iris o ADN con una muestra almacenada en una base de datos; o comparan un comportamiento, como la forma de escribir, caminar o hablar, con un modelo del mismo individuo” explica Ignacio Bermeo.
“La biometría es muy útil, pues a diferencia de otros sistemas de autenticación, los usuarios disponen de su elemento de identificación de por vida, es prácticamente imposible de perder u olvidar, ya que forma parte de ellos mismos y su uso no requiere de conocimientos o habilidades especiales”, añadió.
Identidad digital en Latinoamérica
A nivel mundial, muchos estados ya implementaron sistemas de autenticación biométricos para la identificación de personas a nivel público. Por ejemplo, en Colombia se creó la Tarjeta de Identidad Biométrica para el registro público nacional tras la individualización de menores de edad a través de sus rasgos biométricos, con lo que se espera que en los próximos años exista una sustitución de la identificación convencional.
Por otro lado, en Perú se implementó el Certificado de Identidad Digital en el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil para que las personas pudieran identificarse, firmar documentos, proteger su confidencialidad, garantizar la integridad de la información que compartan, acceder a servicios electrónicos con seguridad, entre otros.
En México, el pasado 3 de diciembre de 2020, los miembros del Congreso de México pusieron a discusión el Dictamen para aprobar la Ley General de Población (el “Dictamen”). El Dictamen propone implementar la Cédula Única de Identidad Digital (“CUID”) como reemplazo de la Clave Única de Registro de Población (“CURP”) y la aplicación del uso de datos biométricos al momento de generar dicha Clave. Además, se propone que los datos obtenidos sean inscritos en el Registro Nacional de Población, para que a través del Servicio Nacional de Población, prestado por el Estado a través de la Secretaría de Gobernación, se valide, verifique y acredite la identidad de las personas.
De la definición transcrita se interpreta que la “CUID” o CURP biométrico será un documento de identificación y podrá utilizarse para realizar trámites y recibir servicios en el sector público y en el privado, acreditando fehacientemente la identidad del firmante. El reglamento aún no está redactado, por lo que no se sabe cuáles son los datos biométricos que comprende la CUID, sin embargo podrían ser la huella digital, iris y el rostro, como sucede en otros países de latinoamérica.
“La implementación de un sistema de autenticación por medio de datos biométricos para la identificación de personas a nivel federal representa un gran avance en el desarrollo de la infraestructura pública mexicana y desde nuestro punto de vista ofrece beneficios para todos los actores de la sociedad. Es clave comentar que todos los productos de TRATO están actualizados tecnológica y legalmente, por lo que cuando sea posible, cualquier persona podrá utilizar la Cédula Única de Identificación Digital, el futuro documento de identificación”, concluye Ignacio Bermeo.