Por José Cruz Delgado
Tras el asesinato del periodista Mauricio Cruz Solís, se dejaron venir los discursos falsos de los cuatroteros desgarrándose las vestiduras defendiendo a quienes ejercen la loable labor del periodismo, como la diputada morenista Belinda Iturbide Díaz, quien se quiso se pronunció a favor de que se proteja a quienes se dedican a informar, y de que en Michoacán no quepa la impunidad, que se castigue a los responsables y se les lleve ante la justicia, siendo que lo que más impera es precisamente la impunidad y el desdén de quien dice gobierna al estado de Michoacán de nombre Alfredo Ramírez Bedolla.
Los periodistas siempre han estado solos, así que los discursos de los morenistas no tienen cabida. Las voces
de quienes exponen la verdad merecen protección y es imperativo que se adopten medidas concretas para protegerlos, como dice el refrán, después de ahogado el niño quieren tapar el hoyo. Unos días más y olvidarán el artero crimen de de Cruz Solís y todos los falsos discursos quedarán en el archivo del olvido. Al tiempo.
Michoacán es un estado ingobernable donde la ley la aplica a sus anchas el crimen organizado, no existe el Estado de Derecho por ello no hay inversión porque no garantiza certidumbre ni certeza jurídica a los inversionistas.
Miente legisladora, su rechazo a la violencia es una pose demagógica del gobernador y de las autoridades encargadas de brindar paz y tranquilidad, tan es así que ante los hechos violentos Ramírez Bedolla se esconde para no dar la cara.
El gobernador y Carlos Torres Piña, supuesto encargado de la política interna y de garantizar la seguridad de las y los michoacanos no salen de su burbuja, les vale madre lo que sucede a su alrededor.