El gobierno de Estados Unidos prometió este lunes que los centros de vacunación contra el COVID- serán zonas donde no se aplicará la ley de inmigración, por lo que invitó a los inmigrantes indocumentados a aplicarse la inmunización.
El anuncio marca la política del presidente Joe Biden, que asumió el cargo hace 13 días, de revertir la estrategia de línea dura en materia de inmigración adoptada por su predecesor, Donald Trump.
“Es un imperativo moral y de salud pública garantizar que todas las personas que residen en los Estados Unidos tengan acceso a la vacuna”, anunció el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en un comunicado.
Así mismo, alentó a todas las personas, “independientemente de su situación migratoria”, a vacunarse contra el COVID-19 cuando reúnan los requisitos según las pautas de distribución en sus ciudades.
La Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (Fema) ha anunciado el establecimiento de centros de vacunación temporales que ayuden a las clínicas y los hospitales a administrar las vacunas.
El DHS tiene una política que prohíbe al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realizar arrestos en “lugares sensibles”, incluidos los hospitales, clínicas de salud y consultorios médicos, excepto en “circunstancias más extraordinarias”.
Los puntos de vacunación son considerados “lugares sensibles”, por lo que quedan fuera del ámbito de aplicación de las medidas de represión de la inmigración ilegal, según el comunicado.
Los grupos defensores de los inmigrantes han expresado su preocupación porque los indocumentados eviten vacunarse por el temor a ser detenidos. Esto puede significar no solo un riesgo para los inmigrantes, muchos trabajadores esenciales, sino para el resto de la población.
En Florida, el gobierno estatal anunció el 22 de enero que se solicitaría el requisito de mostrar una prueba de residencia para recibir una dosis de la vacuna, en un esfuerzo por contener el llamado “turismo de vacuna”, lo que puede dejar sin inmunizar a miles de inmigrantes indocumentados.
La advertencia firmada por el jefe de Salud de Florida, Scott Rivkees, indica que, debido a la escasez de vacunas, los aspirantes deben mostrar una prueba de residencia. Esto puede ser la licencia de conducir, la factura de algún servicio público o una carta de un banco.
Pero los inmigrantes sin papeles no pueden tener licencia de conducir en Florida y, a falta de documentación, muchas veces registran los servicios públicos a nombre de un tercero.
Thomas Kennedy, coordinador en Florida de la organización de derechos de los inmigrantes United We Dream, dijo que la nueva medida “crea una barrera cruel y deliberada para muchos residentes de Florida, entre ellos los inmigrantes indocumentados, pero también para muchas personas sin acceso a la vivienda”.
Ellos suelen ser, además, trabajadores esenciales en alto riesgo de contagiarse de coronavirus, debido a sus empleos y porque en muchos casos conviven con varias personas en viviendas pequeñas. Además, los indocumentados no tienen derecho a la salud pública.
Una veintena de grupos campesinos y migratorios urgieron este lunes al gobernador de Florida, Ron DeSantis, incluirlos en los planes de vacunación del estado.
El Centro Guatemalteco Maya y la Coalición de Inmigrantes de Florida (FLIC), dos de las organizaciones, se quejaron que no han recibido respuesta del republicano, a quien enviaron el pasado 11 de enero una carta solicitando la vacunación de estos trabajadores en plena temporada agrícola.
fuente, https://revolucion.news/indocumentados-pueden-vacunarse-eu-sin-temor-deportados/