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Las probabilidades de erradicar la violencia de género atraviesan por escenarios multifactoriales, entre los cuales la inclusión financiera es fundamental para garantizar la igualdad de oportunidades e independencia económica de las mujeres.

El origen de esa brecha está en factores sociales y culturales que normalizan la desigualdad y la violencia en cualquiera de sus cinco manifestaciones contenidas en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia: psicológica, física, patrimonial, económica y sexual.

La industria de servicios financieros puede ser tanto catalizador como termómetro de igualdad. Un acceso equitativo a la variedad de prestaciones y la educación financiera contribuirá al empoderamiento social y económico de las mujeres.

La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera del INEGI reporta que el 69.1% de las mujeres del país tiene al menos un producto financiero, mientras que en los hombres ese porcentaje es del 74.3%. Esa diferencia se acentúa casi en 20 puntos en Estado de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y Veracruz.

La noción del hombre proveedor —como lo definía desde 1918 Alexandra Kolontai— y la mujer dedicada al hogar y la familia, lleva a que ellas tengan menores herramientas para el ahorro. Según el INEGI, el 41.3% de los varones cuenta con ahorro a través de nómina o pensión, por el 24.2% de mujeres, mientras que ellas dependen más de los apoyos del gobierno.

Hace 104 años, la feminista rusa escribía que el salario del hombre se había vuelto entonces insuficiente y obligado a la mujer a buscar trabajo remunerado. Hoy, en México hay 34.5 millones de hombres empleados por 23.1 millones de mujeres.

Ya sea que trabajen en el hogar o fuera de él, en empleo formal o por cuenta propia, la inclusión financiera proporcionará a las mujeres herramientas para gestionar riesgos. Por ejemplo, hay una brecha de 4 puntos porcentuales en el acceso a una tarjeta de crédito bancaria, de 5 puntos en un seguro de vida o de ¡18 puntos! en una Afore.

Ante la conmemoración este 25 de noviembre del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, hay que tener presente que esas ausencias las coloca en situación de vulnerabilidad ante la violencia familiar ejercida en más de un 90% de los casos por hombres, con los que en un 80% están o estuvieron relacionadas sentimentalmente.

Los reportes que el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México recibe de todo el país indican que 86% padece violencia psicológica, 66% física, 25% económica, 13% patrimonial y 8% sexual, y 68% más de una.

Carecer de accesos a servicios financieros las pone también en riesgo de recurrir a esquemas informales de préstamos cuya cobranza se realiza de manera ilegítima y por medios extorsivos, como los montadedudas. En el 58% de los casos atendidos por el Consejo las víctimas son mujeres.

Su empoderamiento a través de la inclusión financiera es un componente esencial de la promoción de la Agenda de Trabajo Decente de la OIT, en el que organismos empresariales y ciudadanos tenemos un pendiente.

 

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