Los precios globales de los alimentos prolongaron su escalada rumbo al cierre de año, alcanzando un máximo de más de una década, indicó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés).
El Índice de precios de los alimentos del organismo de la ONU cerró noviembre en un promedio de 134.4 puntos, un alza de 1.6 puntos respecto a octubre y 28.8 puntos en comparación con noviembre del año previo.
“El último aumento representó la cuarta subida mensual consecutiva del valor del índice, que alcanzó su nivel más elevado desde junio de 2011″, apuntó la FAO en su reporte, publicado este jueves.
Ambos subíndices escalaron debido a los aumentos en la demanda, aunados a la escasez de oferta por parte de productores y exportadores.
En contraste, los subíndices de aceites vegetales y carnes bajaron ligeramente respecto al mes pasado: 0.3 puntos y 1 punto, respectivamente. No obstante, continúan muy por encima de sus registros de noviembre de 2020.
Los precios de los aceites de soya y colza cayeron, afectando al subíndice. Para las carnes, las presiones a la baja provinieron del abaratamiento del cerdo y ovinos. En el caso del cerdo, las cotizaciones internacionales disminuyeron por la menor demanda por parte de China.
El subíndice de azúcar ascendió 1.6 puntos a tasa mensual y casi 40 por ciento en su comparación anual. La presión provino por los aumentos en los precios del etanol.
El Banco de México (Banxico) lleva meses identificando a los precios de los alimentos como uno de los mayores riesgos para la inflación. Así lo reiteró en su reunión de política monetaria de noviembre, en la que algunos de los miembros de su Junta de Gobierno advirtieron que el encarecimiento podría ya no ser transitorio. La mayoría de la Junta sigue esperando que las presiones se disipen.
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), declaró ante el Congreso que los datos quizá ameriten retirar el adjetivo “transitorio” de las expectativas de inflación.