La llegada de la vacuna contra el Covid-19 trajo consigo la gran esperanza de que el Coronavirus disminuya y con ello el regreso a la normalidad, sin embargo, el problema es que no se conoce cuándo se logrará. Podría ser tan pronto como este otoño, justo para que la primera ola de personas vacunadas el invierno pasado. Muchos predicen que las dosis de refuerzos pronto se unirán con las vacunas anuales contra la gripe.
Cualquiera que se encuentre preocupado por la disminución de la protección de la vacuna podría hacerse una prueba de anticuerpos, la principal defensa contra el virus SARS-CoV-2, pero como están aprendiendo los pacientes con cáncer y otras personas con sistemas inmunológicos deteriorados, esto no es tan simple.
“La buena noticia es que tenemos una prueba de anticuerpos que puede evaluar si ha producido anticuerpos en respuesta a la vacuna”, explicó Craig Bunnell, director médico del Instituto de Cáncer Dana-Farber. “La mala noticia es que todavía no sabemos cómo interpretar los resultados”.
La brecha existente entre el conocimiento y las pruebas, puede provocar un aumento en la posibilidad de una mayor ansiedad en los próximos meses para quienes ya han recibido la dosis, quienes pueden preguntarse si aún están protegidos, una ansiedad que podría frenar la voluntad de aventurarse al público. Eso a su vez podría poner un nuevo freno a la recuperación económica mundial.
Tampoco se sabe todavía cuánto duran la protección de las vacunas en general. Son tan nuevas que no ha habido tiempo para seguir a los destinatarios durante mucho tiempo. La creciente evidencia sugiere que la protección de anticuerpos dura al menos seis meses, pero más allá de eso no está claro.
Ante el requerimiento de los análisis de anticuerpo y su confuso resultado, los CDC dicen explícitamente que “no se recomiendan las pruebas de anticuerpos para evaluar la inmunidad” después de la inoculación en personas con problemas inmunológicos.
Dana-Farber advierte de manera similar a los pacientes con cáncer que “desafortunadamente, no hay forma de saber con certeza si la vacuna funcionó”.
“A medida que comprendamos mejor los resultados de las pruebas, su significado y cómo responder a esos resultados, es posible que descubramos que las pruebas se vuelven útiles”, dijo. “Hasta entonces, recomendamos vacunarse y seguir tomando precauciones para reducir el riesgo de exposición”.
También aún está por determinarse cómo reaccionará el público en general si la inmunidad parece estar disminuyendo.