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El empresario tiene los contratos más grandes del proyecto. Otros perjudicados serían Bernardo Quintana (ICA), Olegario Vázquez (Prodemex), Hipólito Gerard (GIA), y Carlos Hank Rhon (Hermes).

La polémica en torno a la propuesta de Andrés Manuel López Obrador de suspender o cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) provocó que Carlos Slim saliera esta semana en defensa del proyecto , en una inusual conferencia de prensa.

El empresario tiene mucho en juego: ha ganado, junto con su familia, el 68% del monto licitado hasta la fecha.

Hasta ahora se han otorgado contratos por cerca de 140,000 millones de pesos (mdp). De este monto, tres contratos por 94,000 mdp están en manos de consorcios donde se encuentran Carso Infraestructura y el despacho de arquitectura de Fernando Romero, yerno de Slim.

La primera licitación que ganó la familia de Slim fue el diseño arquitectónico del aeropuerto, que quedó en manos de Fernando Romero Enterprises, por 1,842 mdp. Varios despachos de arquitectura internacionales participaron en el concurso, como Rogers Stirk Harbor y Pascall+Watson.

Además, para la parte de la obra pública del proyecto, Slim conformó un consorcio con empresarios como Bernardo Quintana (ICA), Olegario Vázquez (Prodemex), Hipólito Gerard (GIA), y Carlos Hank (Hermes).

Ese consorcio de constructoras ha ganado dos de los contratos más importantes para la primera fase del NAIM: la construcción de la Pista 3, por un monto de 7,353 mdp; y la terminal aeroportuaria, por 84,828 mdp.

La cancelación del NAIM, como plantea López Obrador, derivaría en un incumplimiento de contratos, y las empresas que construyen el proyecto tendrían derecho a una compensación por daños y perjuicios. «Los contratistas deberían llegar a demostrar cuándo iniciaron, cuánto invirtieron, cuánto avanzaron y cuánto les cuesta el no poder seguir con el proyecto que se licitó originalmente», explicó Luis Rubio, director de la firma legal Holland & Knight.

De acuerdo con el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, la terminal ya tiene un avance físico y financiero de alrededor de 4%, mientras que la pista 3 tiene un avance físico de 40% y de 43% en términos financieros.

Carso Infraestructura (Cicsa) no consolida en sus resultados los proyectos del NAIM. En 2017, sus ingresos cayeron 10% y el flujo de operación bajó un 9%.

En las próximas semanas se darán a conocer los fallos de nuevas obras para el NAIM, como el Centro de Transporte Intermodal y el drenaje pluvial profundo, donde el consorcio liderado por la firma de Slim también quiere participar.

fuente:https://expansion.mx/empresas/2018/04/18/slim-el-gran-perdedor-si-se-cancela-el-nuevo-aeropuerto?fbclid=IwAR0wxGifhCTrJ6VdqMXZuUOd4PfcAt2tARrF8BpczBlYUYW5rbxvnzeK7sQ