• Con actitudes, palabras y acciones Su Majestad impone su autoridad
Miguel A. Rocha Valencia
Ni siquiera habrá obstáculo legal que la contenga, si aparece en el camino, en tres días o menos lo eliminará “constitucionalmente” que recientemente lo hizo con la capacidad de impugnación a través de amparos y revisiones. El poder Judicial desapareció en una tómbola.
Y mientras eso ocurre, sin mover un músculo del rostro miente a los empresarios asegurándoles que sus inversiones están seguras. Nadie le cree y menos los dueños del dinero.
De hecho, en las pocas semanas que lleva la excorcholata del ganso en el poder formal ya se mostró tal cual es y desmintió aquel compromiso hecho precisamente ante empresarios a quien aseguró que la reforma al poder Judicial se revisaría. No lo hizo, no cumplió. Mintió en los hechos.
O de plano se radicalizó, mostró su real rostro ya sin obstáculos de ausencias de mayorías calificadas que, durante el obradorato, fueron un dique, débil tal vez pero que contaba con el apalancamiento del poder Judicial hoy tirado a la basura para sustituirlo por un Frankenstein que le deberá su existencia, lealtad y agradecimiento a la cuarta transformación.
De jun plumazo sacará de la jugada a cerca de siete mil empresas desarrolladoras de vivienda para sustituirla por una estatal con la cual piensa construir vivienda social incluso expropiando predios a precio de “gobierno”, ya no a una tasa inmobiliaria, ni siquiera catastral, terrenos que obviamente estarán ubicados en zonas urbanas con poca a mucha plusvalía, resultado de inversiones privadas. Es decir, se aplicará “por interés de la nación” las expropiaciones arbitrarias que desde luego abaratarán los sitios de construcción.
Se trata de desplazar a empresarios en uno de los sectores más golpeados, el de la construcción que ya de por sí va en retroceso por la ausencia de poder adquisitivo de los trabajadores y la verdad sea dicho, algunos abusos de constructores.
Pero el tema es que con eso simplemente se acrecienta la desconfianza que ya pulula en todos los rincones del país la cual se empezó a acentuar a partir de las pasadas elecciones que se acompañó con la marcada desaceleración económica y con ello, el enfriamiento del mercado laboral.
Eso a su vez trajo en la economía doméstica un pesimismo que el mismo Inegi a través del índice de Confianza del Consumidor describe en los cinco principales rubros incluyendo manufacturas y construcción amén de que en los hogares también hay opiniones negativas respecto a lo que nos espera el próximo año. De hecho, el índice bajó 1.1 por ciento para colocarse ya en 57.7 unidades donde lo más preocupante es que ya son varios meses con esa tendencia negativa.
Para el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Luis Méndez, el hecho de involucrar al Infonavit en la construcción de vivienda a través de una empresa pública ocasionará conflictos de interés, desplazamientos y muchos despidos.
Con acciones como esta que muestra el perfil autoritario del nuevo gobierno ¿Cómo se atreve la jefa del Ejecutivo y su garbancero Marcelo Ebrard a ofrecer confianza a los inversionistas?
A menos que el camino elegido sea que los empresarios sólo pongan el dinero, pero el gobierno sea quien realice las obras, al revés de como ocurrió con el ganso de Macuspana que construyó aeropuerto, trenes, corredores y refinería con dinero fiscal y lo iniciativa privada ejecutó los trabajos incluso muchos de los que se encargaron a los albañiles de la Sedena.
En otros tiempos así ocurrió, pero quienes construían obras, se quedaban con ellas en concesión a cambio de invertir. Hoy no sabemos aún cual sea el incentivo para que los dueños del dinero participen.
Por ejemplo en materia de energía alternativa hay al menos 25 proyectos eólicos detenidos y suman poco más de 15 mil millones de dólares en inversión, de los cuáles hay seis valorados entre 700 y 800 millones de dólares que ya están terminados y en la etapa de pruebas pre operativas, pero se les ha negado la interconexión y como están las cosas, seguramente así se van a quedar, especialmente ahora que ya se declararon a CFE y Pemex como empresas monopólicas con la participación marginal indefinida de la iniciativa privada.
Frente a ese panorama, dudo mucho que la inversión fluya pues la amenaza de expropiaciones sumarias y extrajudiciales se den como ocurre con los asesinatos que por cierto están incrementando en número y violencia.
Autoritarismo puro, pero eso sí, “constitucional” y si no, pues lo ajustan para eso tiene la “histórica” señora presidenta a sus lacayos en el Congreso.