Por: Arturo Cervantes G.
Junio 27 de 2019
Desde muy pequeño, me llamó la atención escribir, mis papás pensaban que sería periodista; en la secundaria cursé un taller de redacción ya me sentía en TV Azteca; en la preparatoria además de reforzar mi interés por la filosofía del “Che Guevara”, asistí a todos los cursos de redacción, ortografía y filosofía habidos y por haber, así llegué a ser nicolaíta porque me matriculé en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Soy parte de una familia de trabajo y valores. No era estudiante de 10, era “mediadón”, pero amaba el estudio y cambiaba la compra de unos tenis o ropa por un libro, traía el pelo largo pero no por moda sino porque me ahorraba el peluquero además de un guardadito para algún fin de semana de “chela”, mis padres me daban permiso pero no dinero y yo cumplía obedeciendo la hora exacta de regreso a casa y así me ganaba el permiso siguiente.
Cursaba el tercer semestre de la carrera cuando mi padre que era transportista de “Autobuses de Occidente”, sufrió un accidente donde perdió la vida y yo como el mayor de cinco hermanos, tuve que dejar la escuela para hacerme cargo de la familia. Ahí, me gane el apodo de “El Bigos” porque en ese tiempo usaba bigote y aunque me lo quité hace mucho, así es como me conocen y no me ofende, me lo quedé con gusto y yo mismo le agregué lo de parlante porque me encanta la platicadera.
Me hice transportista y aprendí a amar mi oficio, en mi vida he comprobado que lo que hagamos, lo hagamos con pasión y así lo disfrutamos; nunca he dejado de interesarme en lo que sucede en mi entorno y actualmente como chofer de una combi de servicio público, tengo el pulso del sentir ciudadano de primera mano y sigo siendo El Bigos”.
Entrando en tema:
De verdad me duele y me duele mucho, ver tanta inseguridad en Morelia y el estado y me avergüenza que a las autoridades les cueste reconocerlo y que se la saquen diciendo “en todo el país es lo mismo y son problemas entre carteles” como si eso fuera justificación para dejar de hacer su trabajo.
Esta vez el tema que me ocupa es la capital, aunque con dolor, el pasado martes 25 de este mes por la tarde noche, estaba yo pidiendo chance para que me dejaran publicar en este medio cuando reciben una llamada de Ario de Rosales donde reportaron, “acaban de matar a un compañero por robarlo”.
La resistencia para el chance de publicar, no solo se trataba de espacio porque me emociono al escribir y me alargo sin pensar que a lo mejor nadie me va a leer por lo extenso, sino de mi línea editorial sin pelos en la lengua para decir las cosas. Pero después de esa llamada que me dicen, “como va, empieza cuando quieras”, así que mi permiso tiene origen de sangre y por eso empiezo con la parte policiaca.
Esa parte al presidente municipal de Morelia, Raúl Morón Orozco y su flamante Comisionada de Seguridad Pública Julisa Suárez Bucio hacen lo mismo que “nada y nada” por la población en general y mucho menos por el sector transportista, “que nos esté cargando el payaso por tanta violencia en nuestra contra, les vale madres solo les interesa salir en la foto anunciando mil programas de los cuales no hay un solo resultado el municipio está de cabeza”.
Anunciaron que el próximo lunes llega la Guardia Nacional y se instalará en la unidad deportiva Bicentenario a ver sí con ese
apoyo disminuyen los índices de violencia en contra de transportistas porque por ellos solos, no hay intensión ni compromiso con la población.
Solo en las últimas semanas han asesinado a sangre fría a dos compañeros y otros tres están hospitalizados porque fueron agredidos; nos asaltan, nos extorsionan, nos hacen sentir como si fuéramos nada y nada. Señor presidente y señora comisionada, por sí su miopía para gobernar y para resguardar la seguridad de los morelianos no les alcanza, les informamos que los transportistas también somos parte de la sociedad a la que tienen obligación de cuidar.
Y hablando de la población en general, en los asaltos y extorciones, en la actualidad no se respeta edad, sexo, condición social, nada, nada en absoluto y no nos sentimos seguros ni en las calles ni en nuestras casas porque no hay medida de seguridad que los pinches ladrones no puedan violar.
Mientras eso acontece, Morón se la pasa en reuniones con el gobernador y sus gabinetes hablando de seguridad y protocolos y bueno, salir muy bien en las fotos ya hasta lo enseñaron a comportarse para que en las transmisiones en vivo salga con su mejor ángulo y la comisionada en eventos sociales y a sus policías en clasecitas para aprender a tocar guitarra y no porque
eso sea malo, sino porque justifican sus cargos y sus salarios no en resultados sino en imagen, que vergüenza en verdad y que decepción con Morón y con la señora, pues ni la conocíamos y mientras sus policías tocan la guitarrita a los ciudadanos nos tocan pero los madrazos de los delincuentes.
Se acerca el informe del Profe Morón y desde hoy los morelianos podremos preguntarnos ¿qué va a informar?, que no cumplió con corregir los baches de Morelia que nos dan en la madre a todos los que manejamos un auto o unidad de transporte más a los últimos que de ahí nos mantenemos, que de todos los sectores de la sociedad le han embarrado en la cara su falta de efectividad para gobernar o que desde que llegó ha hecho sus enemigos a los trabajadores a los que trata con la punta del pie, al nepotismo de sus funcionarios y él mismo porque hasta al novio de su hija lo tiene en nómina y mejor que a otros trabajadores que en cada quincena les retrasan el pago, o los negocios que tiene con su secretario de administración Gabriel Prado Fernández con el programa de luminarias entre otras chuladas.
Pues hay mucho más pero ya se me fue la mano con el espacio ojalá que aunque sea me lean unos cuantos porque se ha de sentir “gachito que nadie nos pele”.
Soy El Bigos Parlante
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