México se agacha y acepta sin chistar aranceles; para 4T es cabeza fría
Miguel A. Rocha Valencia
Aguantar todo lo que diga Donald Trump puede ser muy inteligente para unos, para otros sería “empinarse” y aceptar todo sin chistar, pero a la hora de la verdad, si algún día México llega a necesitar de Canadá, Europa o Ucrania le van de decir traidor o por lo menos esquirol.
Con China sería otro trato que de ello se da mediante la aceptación de inversiones, compras y contratos de obras y servicios.
El caso es que mientras Canadá, Europa y China se enfrentan a Estados Unidos al tú por tu y asumen el riesgo que conlleva para sus mercados la confrontación, saben que un cerco a importaciones y exportaciones hará reventar a las empresas made in USA en cualquier momento, pues al final son las que más pierden precisamente por su dominancia en el mercado internacional.
O tal vez se atreven a desafiar al señor Trump, porque en los países mencionados hay desarrollo tecnológico para enfrentar al gigante americano más allá de la autosuficiencia regional en cuanto a alimentos, minerales y energía.
Cualquiera que sea el motivo que incluye el no aceptar el yugo que se les pretende imponer a sabiendas de que si los doblan se empinarán siempre, el gobierno de México prefiere aplicar la política de un diálogo que no existe, así como tampoco el reconocimiento a las buenas in tenciones y menos aún a lo pactado de manera trilateral con Estados Unidos y Canadá.
Al final, está visto, se hará la voluntad del fuerte, del que gobierna la mayor economía del mundo quien ya mostró que nada va a detenerlo en el alcance de sus metas, incluso mediante el abuso como está demostrado en Ucrania donde fuerza una paz donde la víctima se volvió villano y se le va a despojar de gran parte de su independencia y riqueza.
Hace los amagos con otros países ya sea para anexarlos, comprarlos o bien despojarlos. Con México pueden ocurrir varias cosas, hasta una invasión consentida bajo el pretexto de la seguridad estadunidense.
También puede ocurrir un despojo de riqueza con aquello del Golfo de América. Arrinconarnos hasta ceder minerales y por qué no, zonas consideradas de seguridad estratégica para aquél que hoy se enfrenta al mundo y lo siembra de tanta incertidumbre que hasta a los suyos daña.
Y llegado el momento a quien le vamos a pedir auxilio, respaldo, ¿a una América Latina sojuzgada, aplastada o debilitada? O a una nación dividida por el odio, la mentira y la venganza donde gran parte de su ciudadanía piensa que mucha culpa de lo que hoy sucede se lo debemos a un mesías que a fuerza de billetazos y destrucción de instituciones logró la transexenalidad de un proyecto mesiánico y demagógico.
Un país heredero de deudas, excesos de una nueva casta de rateros, pero sin capacidad intelectual para enfrentar los retos que hoy surgen y muestran sus limitaciones hasta para asumirlos como propios y sólo atinan a responsabilizar a los de “antes” hasta de las matanzas que ellos mismos propiciaron y hoy desmienten.
¿Van a respaldarse acaso en esa sociedad que más allá de dinero fácil también recibe la descalificación y el portazo de palacio Nacional? ¿Ese pueblo agradecido que paga con muertos los pecados de una 4T embravecida por el poder omnímodo que le da la opción de destrucción de instituciones a su antojo para generar más incertidumbre a la ya deteriorada economía y seguridad del país?
No se nos olvide que la música suena fuerte dentro del país con sus más de 207 mil asesinatos, con los 800 mil muertos de la pandemia que festinó como anillo al dedo el profeta y el aumento de la deuda hasta comprometer más del 51 por ciento del PIB y colocarnos al borde del colapso económico con un crecimiento inexistente y una estabilidad demagógica.
Por eso no creemos en la “pasividad dinámica” de la cabeza fría que significa aceptar, como ya lo hicimos, todo lo que se nos imponga; si hoy lo hicimos ya nos tomaron la medida, eso sí, pero privilegiados por someternos a los mandatos de Trump, misma regla que aplica la 4T a quienes se le someten. O ¿no?
La verdad es una, ya nos sometieron o ¿No es eso lo que festejó Hloward Lutnick, secretario de Comercio de Estados Unidos y por eso anunció que nos darán un trato diferente?
¡Qué inteligentes somos! Dirán en el gobierno, como dicen todos los chaqueteros que se sumaron a Morena. Mientras, la incertidumbre agudiza la desaceleración económica; se restringen las inversiones, otra amenaza con irse, pero seguimos negociando para que nos den trato preferente. Eso para para al 4T es negociar con cabeza fría. ¡Felicidades!