La significativa mejoría en la calidad de vida de los pacientes con esclerosis múltiple medicados con cladribina, no es el único elemento que hace de este innovador fármaco una buena opción para el tratamiento de esta enfermedad autoinmune del sistema nervioso central, que en nuestro país se presenta, en su mayoría, en jóvenes de entre 20 y 40 años, y de la cual se tiene registro de por lo menos 20 mil diagnósticos al momento.
Recientemente, se han dado a conocer datos basados en estudios de vida real que demuestran que cladribina tuvo resultados más favorables en términos de recaídas y más tiempo para cambiar a otra terapia modificadora de la enfermedad (DMT), en comparación con otros medicamentos orales en pacientes con esclerosis múltiple remitente.
Según la información presentada en el ACTRIMS Forum 2022, que tuvo lugar del 24 al 26 de febrero, un estudio realizado en pacientes de ensayos clínicos con un primer ataque sugestivo de esclerosis múltiple mostró que aquellos tratados con cladribina tenían una tasa más baja de conversión a esclerosis múltiple clínicamente definida (EMCD), determinada por una mayor recaída o progresión de la discapacidad, y un menor riesgo de recaída que aquellos que no habían tomado este medicamento.
En este primer estudio longitudinal llamado Generating Learnings In Multiple Sclerosis (GLIMPSE), que contempló a 633 pacientes, los resultados mostraron que la tasa de recaída anualizada (ARR) para los pacientes tratados con cladribina fue de 0.09 en comparación con 0.15, 0.15 y 0.17 para otros tratamientos orales, respectivamente.
El tiempo hasta la primera recaída en los pacientes tratados con cladribina fue un 40 por ciento, 42 por ciento y 67 por ciento más bajo que en los pacientes tratados con otros medicamentos orales. Y, finalmente, el tiempo de la tasa de cambio a otra terapia, en pacientes tratados con cladribina fue 4, 7 y 6.5 veces menor que con otros.
“En una enfermedad de por vida como la esclerosis múltiple, es importante continuar evaluando la eficacia y la seguridad de las opciones de tratamiento disponibles en el mundo real”, explicó Helmut Butzkueven, especialista y doctor del Departamento de Neurociencia de la Escuela Clínica Central de la Universidad de Monash, Melbourne.
El especialista destacó que el registro de la base de esclerosis múltiple (MSBase), que cuenta con la relación de datos estandarizados de más de 79 mil personas con esta enfermedad en todo el mundo, puede proporcionar información que no es posible obtener en un ensayo clínico aleatorio.
“Esta información nos mostró que en GLIMPSE, cladribina tuvo mejores resultados en términos de recaídas y una persistencia de tratamiento más prolongada en comparación con otros medicamentos orales”, concluyó.
Durante el encuentro de especialistas, se presentaron también nuevos datos del estudio de fase IV, llamado CLASSIC-MS en el que se incluyeron datos de 227 pacientes provenientes del estudio de fase III ORACLE-MS, mismo que sugiere que el uso temprano de comprimidos de cladribina redujo el riesgo de una mayor tasa de recaída o progresión de la discapacidad (CDMS) en pacientes que experimentaron un primer episodio de ataque neurológico con características que los ponen en alto riesgo de discapacidad.
Finalmente, más de la mitad de los pacientes (53 por ciento) tratados con comprimidos de cladribina permanecieron libres de recaídas en comparación con el 28 por ciento de los que no recibieron el tratamiento.
En los pacientes que recibieron comprimidos de cladribina, al 43 por ciento se les diagnosticó Esclerosis múltiple clínicamente definida (CDMS) en una media de 9.5 años desde la última dosis. En pacientes nunca tratados con cladribina, el 70 por ciento fueron diagnosticados con Esclerosis Múltiple clínicamente definida.