A 1 año y 5 meses del feminicidio de la joven Jessica González Villaseñor en Morelia, el caso finalmente podrá pasar a la etapa de Juicio Oral, luego de que la magistrada Laura Elena Alanís García, consideró improcedente la solicitud de la defensa del presunto responsable, Diego Urik N, para que se revisara la negativa del juez del control, Fernando Hernández Hernández, a que se aportaran nuevas pruebas al proceso.
Sin embargo, de manera sorpresiva, el joven tomó la palabra durante la audiencia en la que se desahogó su inconformidad por la exclusión de al menos 3 medios de prueba, que aseguran, comprobaría que se encontraba en un lugar diferente cuando se cometió el crimen de la joven.
En un hecho inusual también, Bruno Ismael Urik, padre biológico de Diego, se integró a la defensa como auxiliar del abogado, por lo que mantuvo cerca del joven, a quien palmeaba con frecuencia en el hombro y susurraba palabras de aliento.
El defensor particular alegó que su cliente es víctima de 11 agravios, al argumentar de inicio que se le dieron únicamente 3 días para revisar los medios de prueba, integrados por 7 mil hojas y 500 horas de audio, además de denunciar que la Fiscalía ocultó una línea de investigación.
Aseguró que la nueva teoría no es comprobar que “Diego Urik es inocente”, sino que se permita el esclarecimiento de los hechos, al señalar que tienen el dictamen de 2 peritos que señalan que el teléfono de Jessica se mantenía en actividad días después de los hechos, lo que demostraría que existen otros implicados.
Vestido con camisa blanca y pantalón beige, el joven habló por primera vez desde que inició el juicio en su contra para pedir la reposición total del proceso, al declararse en vulnerabilidad jurídica y señalar que desde que fue detenido se han violentado sus derechos, ya que no ha sido notificado por escrito de la resoluciones y en ocasiones no “sabe de qué se tiene que defender”.
En una primera intervención denunció que la audiencia del 24 de noviembre fue notificado al Abogado Ataulfo Sánchez Coria, quien hace un año dejó de ser su representante, luego de que se constató -mediante un video- que filtraba información a la Fiscal Mónica Núñez Chavez.
Los argumentos fueron debatidos de manera directa por Verónica Villaseñor Ferreyra, quien le recordó que ha sido respaldado por 8 abogados y en cada audiencia ha señalado de manera verbal entender lo que acuerdan los juzgadores y lo que se expone.
“No está en desventaja ni se están violando sus derechos”, señaló la mujer.
Como sino escuchara a la mujer, Diego continuó con su queja pública y relató que para lograr su detención el 30 de septiembre del 2020, elementos de la Fiscalía Estatal “privaron de la libertad y torturaron” a su padre para que revelara su paradero, mientras que el Ministerio Público al que se denunció el hecho omitió iniciar una investigación.
Descalificó la mancha en su honor como persona, así como la violación a sus derechos a la presunción de inocencia y la privacidad, que ha significado la exhibición de su foto manchada de sangre en las marchas y movilizaciones de familiares y colectivos, lo que calificó como una violación a sus derechos.
Para el joven moreliano, “el actual fiscal y el ex gobernador”, lo utilizaron como un trofeo, por lo que advirtió que no dejará “que se le enjuicie” por 50 años y va a defenderse.
