Luego de alistar a sus hombres, construir un puente portátil de madera y empacar oro y joyas, el conquistador Hernán Cortés ordenó la sigilosa retirada que se convertiría en su más grande derrota.
Era la madrugada del 30 de junio de 1520, hace 500 años, cuando el líder de la expedición enfrentaría la mayor caída del ejército conquistador de México integrado por un millar de españoles y varios miles de indígenas.
La batalla se conocería mucho tiempo después como la «Noche Triste», un episodio retratado por los cronistas españoles como un «infierno».
«De los muchos que se ahogaban, ellos y los caballos, y de otros muchos soldados que allí en el agua mataban y metían en las canoas, que era muy gran lástima de lo ver y oír, pues la grita y lloros y lástimas que decían demandando socorro», escribió Bernal Díaz del Castillo (ortografía de la época).
«El foso se hincho hasta arriba, cayendo los unos sobre los otros, y los otros sobre los otros, de manera que todos los del bagage, quedaron allí ahogados, y los de la retaguardia, pasaron sobre los muertos», relató por aparte Bernardino de Sahagún.
Fuente. https://www.bbc.com/mundo/noticias-53228435?SThisFB&fbclid=IwAR3_4Hzw4adj0_FZUibOqK1_mYmMpiA4IjymkuzE87EsQbMRJgT5bHUORpk