Tres políticos asumieron for malmente el domingo las candidaturas presidenciales de los principales partidos en México, donde los comicios del 1 de julio se perfilan como una concurrida contienda de seis aspirantes.
En actos separados en la capital, Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya y José Antonio Meade abordaron diversos problemas internos del país, como la violencia, la corrupción y la economía, además de las relaciones con Estados Unidos.
López Obrador, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), de izquierda, disputa por tercera vez la presidencia, ahora como puntero inicial en diversas encuestas. Propuso atacar la inseguridad con la creación de una secretaría de seguridad pública y una guardia nacional que incorpore a las fuerzas policiales y militares.
“Se castigará con rigor a quienes violen los derechos humanos”, afirmó Lopez Obrador, en alusión a los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad en México. “No habrá tortura en nuestro país”.
López Obrador también criticó los planes del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump de construir lo que el aspirante izquierdista describió como un muro “innecesario” en la frontera entre Estados Unidos y México. López Obrador dijo que buscará una relación amistosa y de cooperación con Washington, pero señaló que
“en caso de que se insista en la construcción del muro que consideramos violatorio de los derechos humanos, vamos a acudir a la Organización de las Naciones Unidas para defender los derechos de los mexicanos”.
Anaya, del Partido Acción Nacional (PAN), conservador, juramento como el candidato presidencial de una coalición con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), de izquierda.
Vestido con un saco azul y camisa blanca, Anaya se movía de un lado a otro en el escenario del Auditorio Nacional en la Ciudad de México como si fuera el ejecutivo de una compañía tecnológica que anuncia un nuevo producto cuando presentaba sus propuestas contra la violencia, la corrupción y la desigualdad ante sus simpatizantes.
Para el combate a la pobreza, Anaya propuso el crecimiento de la economía mediante el fomento de la competencia y la inversión, y un aumento gradual del salario mínimo.
Se comprometió también a tener una relación respetuosa con Estados Unidos, pero advirtió que su gobierno no permitirá que Washington se aproveche de esta posición.
“En su momento se lo voy a decir al presidente de Estados Unidos y se lo voy a decir en su idioma para que no vaya a haber absolutamente ninguna confusión…
México no pagará un solo centavo de ese muro”, afirmó Anaya.
Y en un estadio lleno, Meade se convirtió oficialmente en el candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional y el primero no surgido de las filas del PRI en los casi 90 años de historia de esa fuerza política.
Meade se comprometió a crear un “registro nacional de necesidades de cada persona” que su gobierno atenderá si lo eligen como presidente: cosas como becas, medicinas y apoyos para los pequeños negocios y el transporte.