La gran mentira se fraguó en este sexenio de Enrique Peña Nieto —que está en el ocaso—, al «dorar la píldora» a los mexicanos de que uno de los grandes beneficios que traería consigo la Reforma Energética era que los precios de la gasolina bajarían; al contrario, en más de dos años (2015 a la fecha) aumentó 6.09 pesos el litro de Magna.
Al 1 de enero de 2015 los costos de la gasolina en México eran 13.57 pesos por litro de Magna; Premium, 14.38 pesos, y diésel, 14.20 pesos.
De enero de 2017 cuando inició la liberalización del precio de la gasolina, el litro de combustible costaba 15.99 pesos, sin embargo, la promesa de que la reforma energética traería «grandes beneficios» a los mexicanos, ha sido todo lo contrario, ya que desde esa fecha hasta la primera semana de abril de 2018 subió tres pesos (19.79 por litro de Magna).
A pesar de que el mercado gasolinero mexicano controlado por Pemex abrió sus puertas a la competencia y en los últimos 4 años pasó del control del 100 por ciento de las gasolineras al 81.5 por ciento, los consumidores no han visto mejora en sus bolsillos por culpa del «gasolinazo».
México ya suma 37 marcas de gasolineras que controlan las 11 mil 774 estaciones de servicio, además de Petróleos Mexicanos están Oxxogas, Grupo Gasored, Petro-7, Hidrosina, Orsan, la francesa Total, Soriana, Costco, Combured, Gulf, Appro, Repsol, Gaxo, Sunoco y Black Gold.
Se rompe el control de Petróleos Mexicanos en la venta de gasolina
De acuerdo a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), hay 2 mil 442 gasolineras controladas por marcas ajenas a Pemex, empresa que durante 78 años tuvo a su cargo todas las estaciones de servicio, hasta que se concretó la Reforma Energética, que estableció la participación de compañías nacionales y extranjeras para aumentar la competencia interna.
Tan sólo en lo que va de este 2018 llegaron a México la española Repsol, la colombiana Gaxo y dos estadunidenses, Sunoco y Black Gold.
Hasta el momento las cinco compañías con más establecimientos instalados en territorio nacional son: Oxxogas con 401 estaciones. Es parte de la multinacional Femsa, tiene presencia en 16 estados del país y atiende a casi 300 mil clientes.
Le sigue Grupo Gasored con 249 estaciones, con presencia principalmente en San Luis Potosí y norte del estado de Guanajuato, el cual opera también las tiendas de conveniencia SuperRED y los auto lavados denominados Red Wash.
Petro7 abrió hasta ahora 218 estaciones de servicio de gasolina; forma parte de Grupo Iconn y opera sobre todo en el centro y norte del país, atendiendo a más de 226 mil clientes. De igual manera está Hidrosina, con 196 gasolineras en caso toda la República Mexicana, que fue una de las primeras marcas externas a Pemex en operar aquí.
La compañía Orsan posee 140 gasolineras en casi la mitad del país y atiende a más de 100 mil clientes. Además ya son 9 las marcas con más de 100 estaciones.
En la lista de las que menos estaciones tienen, la francesa Total abrió su primera gasolinera, le siguen Soriana, Costco y Combured, con 2, mientras que Gulf y Appro tienen 3.
«Los precios sí van a cambiar pero lo harán de manera paulatina”
José Carlos Femat Romero, director general de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), dijo que «es muy difícil decir qué es lo que está pasando en aquellas estaciones de servicio que han estado subiendo los precios semana con semana o incluso algunos día con día, no es la mayoría pero de cualquier forma ellos tienen que informar estos precios a la Comisión Reguladora (?).
«Los precios sí van a cambiar pero lo harán de manera paulatina, al final de cuentas será el mercado el que castigue a aquellas empresas que injustificadamente aumenten sus precios», advirtió en una entrevista con el portal EconomíaHoy.mx
Comentó que la CRE y la Comisión Federal de Competencia (Cofece) van a estar al pendiente de que los precios no suban de manera desordenada o de que un grupo empresarial no suba los precios de una forma que no vaya paralela a las condiciones de competencia, o que en una región suban también los precios.
«Puedes subir o bajar los precios para entrar en este ámbito de competencia, siempre y cuando se haga de una manera justificada, es un proceso nuevo que estamos aprendiendo», aseguró.
Estadísticas oficiales de la Comisión Reguladora de Energía, en nuestro país existe una gasolinera por cada 10 mil 514 habitantes, uno de los promedios más altos comparado con las 5 mil 158 de Brasil, o las 2 mil 677 que hay en Estados Unidos.
Sin embargo, por estado, de manera paradójica la Ciudad de México es la que menos estaciones de servicio tiene por habitante, ya que por cada 21 mil personas hay una gasolinera.
En contraste, Nuevo León cuenta con una estación para cada 7 mil personas, tres veces más unidades per cápita que en la capital mexicana.
Otros datos de la CRE indican que en la República Mexicana hay una gasolinera para cada 3 mil 652 vehículos, de ahí que las empresas extranjeras quieren hacer negocio aquí y abrir nuevas estaciones de servicio.
En México solo existen 11 mil 774 gasolineras para surtir a casi 43 millones de vehículos en circulación. Es decir, que cada una debe abastecer a cerca de tres mil 652 vehículos.
Arturo Carranza, analista energético del Instituto Nacional de Administración Pública, informó que la razón de este bajo número de estaciones es que «venimos de un monopolio y de leyes locales muy estrictas que impiden, por ejemplo, instalar una estación frente a otra».
Petroleras como la británica BP, la anglo-holandesa Shell o la estadunidense Exxon-Mobil han comenzado a colmar calles y carreteras con sus llamativos logos, en espera de «seducir» a millones de automovilistas en un mercado aún incipiente, pero que promete grandes ganancias por el déficit existente.
«México va a importar más gasolina en las siguientes dos décadas que el resto de Latinoamérica junta. Entonces el tamaño de la oportunidad que tienen es bastante alto», consideró Ixchel Castro, experta del mercado gasolinero de Wood Mackenzie.
Estimó que la demanda de gasolina para 2018 en México será de 790 mil barriles diarios, de los cuales 525 mil serán importados. «Es el alba de un mercado llamado a ser el más grande y codiciado de Latinoamérica por gigantes del sector», destacó.
Marcas al abordaje; aperturan estaciones por todo el país
Exxon-Mobil recientemente dio a conocer la apertura de ocho estaciones de servicio, con gasolina propia introducida por tierra. Mientras tanto, la firma francesa Total debutará también en el mercado mexicano.
«Es una oportunidad única. Para un grupo internacional de la energía como Total este mercado es sumamente importante», sostuvo a la agencia France Press (AFP), Alexandre Duret-Proux, director general de la empresa en México.
Además, la compañía británica BP ya abrió 87 de las mil 500 gasolineras que proyecta tener en México en cinco años.
«Esta cifra de 1,500 es muy material en cientos de millones de dólares», refirió su director de downstream, Álvaro Granada.
El marketing, que incluye promociones de venta, atractivas tiendas de autoservicio y productos, que van desde lubricantes hasta comida, será clave para diferenciarse.
«La mayor parte de las ganancias están por las ventas de servicios adicionales más que por el margen de gasolina en específico», apuntó Ixchel Castro.
En el caso del estado de Puebla, hace algunos días la compañía Royal Duth Shell México abrió su primera estación de servicio en el municipio de San Andrés Cholula, ubicada sobre el Periférico Ecológico 3503; sin embargo, la gasolina es la misma que refina Pemex sin ningún beneficio económico a los usuarios.
Shell puso en 17.56 pesos la Magna y en 18.86 pesos la Premium, mientras que el costo de diésel fue de 18.44 pesos por litro.
El director ejecutivo de la compañía anglo-holandesa en México, Andrés Cavallari, explicó que Puebla es el sexto estado del país donde ya inició operaciones y en días posteriores abrirá más gasolineras.
Cabe mencionar que la empresa española Repsol adelantó que también abrirá diversas estaciones de servicio en Puebla antes de que finalice este año.
No obstante, este año será igual o peor para los mexicanos que tienen la necesidad de cargar combustible a sus vehículos o utilizarlo en otro tipo de actividades como plantas de luz, ya que tan sólo en el primer mes el aumento en el precio de las gasolinas fue de 9 por ciento.
Lo anterior se debe a la incursión de nuevas empresas privadas que han visto el negocio de su vida en la venta de gasolinas, así como a la caída de 50 por ciento en la capacidad de las refinerías, en donde se debería producir la gasolina, el diésel y otros productos del petróleo.
Ambos fenómenos benefician a petroleras extranjeras, las mismas que ordenaron a Peña Nieto, al PAN y al PRD, los del infame Pacto por México, que destrozaran la Constitución, para recuperar lo que les fue arrebatado en la expropiación de 1938.
Información oficial destaca que México importa más de 600 mil barriles diarios de gasolina y más de 250 mil de diésel. El precio del combustible en refinería norteamericana es de más de 100 dólares por barril; el diésel de más de 120 dólares.
De esta manera el gobierno mexicano destina más de 60 millones de dólares diarios, por concepto de importación de gasolina y más de 30 millones por diésel.
El ingeniero Walter J. Ángel, de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, mencionó que según la propia ex subsecretaria de Hidrocarburos, Lourdes Melgar, el costo de producción promedio de Pemex de un barril de petróleo es de 6.12 dólares; es decir, 122.4 pesos a un tipo de cambio de 20 pesos por divisa estadunidense. Cada barril tiene 159 litros de petróleo; cada litro cuesta alrededor de 77 centavos de peso.
Por cada litro de petróleo se extrae aproximadamente un 45 por ciento de gasolina, esta variación depende de la ligereza y calidad del hidrocarburo. Se requieren 2.2 litros de petróleo para producir un litro de gasolina. Un litro de gasolina en refinería cuesta 1.694 pesos.
Los costos de la gasolina en México
En México, el precio de la gasolina está determinado de la siguiente manera: 59.6 por ciento es el costo del petróleo, 11.8% costo de distribución y comercialización, 11.3 % el costo de refinación y 17.3 % se paga de impuestos.
El ingeniero Ángel realizó el siguiente ejercicio: Petróleo 59.6 % = 2.2 litros de petróleo, es decir 1.694; distribución y comercialización 11.8 % = 0.199892 centavos de peso; refinación 11.3 % = 0.191422 centavos de peso; impuestos 17.3 % = 0.293062 centavos de peso.
La suma de estos costos nos da un total de $2.378376 pesos por litro de gasolina.
Adicionalmente, considerando la utilidad razonable de entre 20 y 50 %, de acuerdo a la dificultad y riesgo en la operación de bienes y servicios públicos y privados que incluye mermas y robo de combustible, el precio al consumidor debería ser de entre 2.8540 y 3.5675 pesos por litro de gasolina refinada en México y ya puesto en gasolinera.
Subrayó que en nuestro país la gasolina es cara por el IEPS, el Impuesto Especial a la Producción y Servicios, así como por las cada vez mayores importaciones de gasolina proveniente de los Estados Unidos debido a la decisión del gobierno Federal de reducir la capacidad de refinación nacional y desmantelar el parque de refinación.
En el caso del IEPS, este suma entre 6 y 7 pesos por litro vendido al rango de precios calculado arriba, $2.8540 y $3.5675. Lo anterior representa un verdadero “seguro” petrolero, pues todos los ingresos que el gobierno federal no recauda en impuestos debido al desmantelamiento y la destrucción de la industria nacional (pública y privada), a causa de un modelo de libre operación de las empresas transnacionales y los tratados que impiden la doble tributación, se sacan del conjunto de la población.
De esta forma se sostiene la economía en México y, de nuevo, se reafirma la inviabilidad y fracaso del modelo de economía política del gobierno de Enrique Peña Nieto, puntualizó Walter J. Ángel.
El 1 de enero de 2018 el costo del combustible por litro era de 17.88 pesos, sin embargo al 9 de abril el precio promedio fue de 19.79 pesos. En ese periodo solo ha habido aumentos y en ningún momento ha ido a la baja en lo que va del año (1 peso con 91 centavos).
Durante 2017 México tuvo un incremento inflacionario de 16.2 por ciento en el precio de la gasolina, el gas y la electricidad, el más elevado de los 35 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Cae producción de gasolina
Pemex hace unos días reveló que durante febrero de 2018 produjo la cantidad más baja de gasolina en 28 años, al generar solo 164 mil 100 barriles de combustible, en comparación a los 406 mil 100 barriles registrados en el mismo mes de 1990. Este nivel no se había visto desde 1973, cuando Pemex produjo 161 mil 597 barriles en promedio.
La producción de este combustible se desplomó 86% comparada con febrero de 2016.
Mientras dos de sus seis refinerías se encuentran detenidas, la importación del energético, principalmente desde Estados Unidos, llegó a 79% del total de gasolina vendida en el país.
En noviembre de 2017, la Comisión Reguladora de Energía liberó el precio de la gasolina. Desde entonces, el costo ha subido más de 1.10 pesos por litro.
Debido al encarecimiento de la gasolina, el consumo de ésta en México cayó entre 15 y 20% entre enero y febrero de 2018, reveló la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo).
«El comportamiento de precios sí nos ha afectado. Ha bajado el consumo porque, ante los incrementos de precio, el uso racional de los vehículos se ha puesto a operar por parte de los consumidores», dijo Roberto Díaz de León, presidente del organismo, en conferencia de prensa.
Pemex comercializó 443,050 millones de pesos (mdp) de gasolina el año pasado, frente a los 368,673 mdp de 2012; en tanto que la producción de crudo también se desaceleró, tras reportar 1.89 millones de barriles diarios.
El diésel también enfrenta su peor momento productivo. En febrero Pemex produjo apenas 94,700 barriles diarios. Esto significa que el energético sufrió un desplome productivo de 50% comparado con el mismo ciclo del año pasado. Pemex trajo del extranjero 231,300 barriles de diésel diarios.
Huachicol encarece gasolinas; en febrero registra récord
Datos de Petróleos Mexicanos revelan que durante 2017 se localizaron 10,693 oleductos perforados por los denominados «huachicoleros», es decir 51 por ciento más que los 6,873 hallados en 2016, lo cual ha repercutido en el costo para los consumidores mexicanos, aunado a la liberalización del precio de la gasolina a partir del 1 de enero de ese año.
José Luis de la Cruz, director del Instituto de Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico (IDIC), declaró en una entrevista para EconomíaHoy.mx, que el robo de combustible genera una distorsión en el precio que se fija.
Los costos logísticos de la producción y distribución de combustibles se encarecen bajo un escenario de inseguridad constante, costos que primero recaen sobre Pemex, al ser el único productor y proveedor de gasolinas en el país (pese a la entrada de nuevos jugadores al sector) para luego recaer sobre los propietarios de las gasolineras y finalmente sobre los consumidores.
«En la gasolina se tiene un muy buen ejemplo de cómo la liberalización de los precios puede enfrentar desafíos no previstos cuando no se cumple el Estado de derecho, ya que el incremento en el robo de combustibles termina distorsionando los precios e impactando los bolsillos de los consumidores finales», advirtió.
A pesar de que son 10,363 los oleoductos identificados el año pasado, se cree que muchos otros siguen operando clandestinamente, extrayendo gasolina y otros combustibles que se venden ilegalmente o a través de gasolineras establecidas a un precio mucho menor al del mercado formal. Un negocio redondo, si se toma en cuenta que solo durante 2017 los mexicanos vieron a las gasolinas encarecerse un 17%.
Mientras que en la Ciudad de México el litro de gasolina Magna promedia los 18 pesos y la Premium 20 pesos, en Puebla se puede comprar el mismo combustible por entre 7 y 11 pesos el litro, de acuerdo con datos de la Secretaría General de Gobierno de esa entidad.
Cifras de Pemex señalan que el alcance de los «huachicoleros» ha crecido exponencialmente, hasta hace cinco años se encontraron 1,635 extracciones ilegales y estaban centrados principalmente en cuatro estados (Guanajuato, Puebla, Veracruz y Jalisco), pero actualmente tienen presencia en la mayoría de las entidades.
Para febrero de 2018 las tomas clandestinas de combustible en México rompieron récord, al crecer 50 por ciento la ordeña ilegal de gasolina y diésel, pues sumaron mil 228 puntos de extracción, según el último reporte de Petróleos Mexicanos.
Los estados con más «piquetes» a ductos fueron Hidalgo con 143; el segundo lugar lo ocupó Guanajuato con 139 y Puebla se quedó con el tercer lugar con 136, que concentran una tercera parte de las tomas clandestinas.
Entre enero y febrero, la ordeña ilegal de ductos contabilizó 2,274 puntos de extracción, 38% más comparado con el mismo periodo de 2017.
El robo de combustible costó 30,000 millones de pesos a Pemex en 2017, detalló su director general, Carlos Treviño, el pasado 10 de abril en una conferencia de prensa en Los Pinos. Esta cifra representó un incremento de 50%.
Las personas detenidas por este delito durante 2017 fueron 1,600, de las cuales 1,300 enfrentaron un proceso judicial, pero solo 2% fue castigada.
Al interior de la empresa productiva del Estado, Pemex ha despedido a 100 empleados por sospechas o evidencias de que facilitaron información para el robo de combustibles.
Treviño describió el fenómeno como un “efecto cucaracha”, pues los «huachicoleros» han diseñado nuevas estrategias para continuar con la ordeña pese a los esfuerzos de las autoridades.